viernes, 18 de noviembre de 2011

MITOLOGÍA IX: POLIFEMO Y GALATEA

Galatea es una nereida que habitaba el mar que bordea la isla de Sicilia. Polifemo, el enorme ser monstruoso de un solo ojo, está enamorado de la joven y la sigue en silencio pues no es correspondido. Galatea está prendida por el amor del bello Acis, hijo del dios Pan y de una ninfa.
Un día estaban ambos jóvenes reposando en una zona al borde del mar. Ella posaba su cabeza en el pecho de su amante . Esta idílica escena fue repentinamente alterada cuando Polifemo, desde lejos, los descubrió. Acis intentó huir pero el gigante le arrojó una enorme roca que lo aplastó. Galatea convirtió al joven en un río de límpidas aguas.

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CARRACI: Polifemo y Galatea

MITOLOGÍA VIII: LA FRAGUA DE VULCANO: ARES Y AFRODITA

Afrodita-Venus, la más bella de las diosas, había recibido como esposo por disposición de Zeus-Júpiter al menos agraciado de los dioses, a Hefesto-Vulcano, el dios de la fragua, que era cojo y siempre andaba tiznado y sudoroso debido a su trabajo.
Era previsible que la bella diosa del amor engañara a su esposo con jóvenes divinidades de mayor atractivo. Uno de los elegidos fue Ares-Marte, dios de la guerra, apuesto y vigoroso. Los encuentros de los dos amantes tienen lugar de noche, a escondidas del esposo, pero en una de ellas se demoraron más de lo previsto y dieron lugar a que Helios, el dios Sol, identificado posteriormente con Apolo, les sorprendiera.

Helios acudió a la fragua para enterar a Hefesto del adulterio de su esposa con Ares. El engañado dios tramó una afrentosa venganza. Valiéndose de su gran habilidad como orfebre les tendió una trampa que consistió en fabricar una finísima red que sólo él podía manejar y que instaló en el lecho donde los amantes se encontraban.

Después anunció a Afrodita que partía para un viaje. La diosa, confiada más que nunca, se citó con Ares. Cuando ambos amantes estaban en el lecho, Hefesto, que acechaba, cerró la red aprisionándolos e inmovilizándolos en él. A continuación avisó a los demás dioses del Olimpo para que presenciaran el regocijante y bochornoso espectáculo. Cuando Hefesto consintió en retirar la red, la diosa Afrodita escapó avergonzada hacia sus posesiones de Chipre mientras que Ares se dirigió a su tierra de Tracia.


BOTICELLI: LA fragua de Vulcano